martes, 14 de julio de 2020

Trabajo de Sombras

Introducción 

El inconsciente afecta mucho más a la matrix que la “conciencia consciente”, es por eso que el trabajo de sombra interno resulte tan importante a fin de que el inconsciente se vuelva consciente y se manifieste en el individuo como destino, tal como dijo Carl Gustav Jung. 

El trabajo de sombra interno es uno de los más importantes para compartir con las personas. 
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Definir el Trabajo de Sombras 

Es el trabajo que realiza una persona, con o sin ayuda, en el cual hace una introspección sistemática de sí misma analizando gradualmente su programación interna, la cual se basa en la programación recibida desde pequeña, en sus traumas y en sus reacciones automáticas, intentado encontrar los orígenes y sus causas. 

El éxito de esta desprogramación depende de cada persona, pues lo que funciona para una tal vez no funcione en otra. Si bien existen algunos parámetros que puedan ayudar, lo cierto es que forma parte del camino espiritual y como tal, es individual. 
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Parámetros 

Primero: Entender en qué consiste el trabajo de sombras. 
Segundo: Formarse objetivos propios. 

Primero: Entender en qué consiste 

A un niño se le impondrán barreras sociales en virtud de lo que SU familia y SU cultura consideran aceptables e inaceptables. 
Esto ocasionará que reprima aquellos aspectos de sí mismo que no son aprobados por el resto, aumentando aquellos que sí lo son como un mecanismo de supervivencia. 
Esta situación provocará en esta criatura una dualidad o dicotomía, la creación de lo consciente y lo inconsciente. De hecho, el que tenga que dividirse de esta manera será, probablemente, el primer acto de rechazo a sí mismo

Este individuo será consciente de algunos aspectos de sí mismo pero no de otros puesto que permanecen ocultos como sombra y, por ende, seguirá reprimiendo aquellas actitudes que “socialmente” le hayan impuesto como negativas, aunque también exista en ellas aspectos positivos ocultos. 


Hacer trabajo de sombra es, precisamente, traer a la luz aquellos aspectos más profundos de nuestro ser a fin de aprender a transcender nuestros problemas incursionando en sus causas. Es un trabajo absolutamente necesario para poder alcanzar la llamada iluminación espiritual

Por ejemplo: A una niña se le impuso que “debe permanecer calladita y no expresar su opinión”. Si hablaba, la reprendían. Esta imposición provocará que la niña, al llegar a su etapa adulta, se reprima constantemente a sí misma y se vuelva insegura a raíz de su poca autoestima. 
Sin embargo, en el momento en que descubra la raíz de su problema, comenzará a sentirse segura y asertiva pudiendo expresarse libremente. 

Otro ejemplo: Pudiera ocurrir que un individuo ataque constantemente a otras personas con comentarios leves pero no apropiados. Este individuo agresivo-pasivo, sin ser consciente de ello, está intentando sacar de sí mismo un aspecto que ha reprimido. De esta manera, en lugar de compartir abiertamente su opinión, se manifiesta con la negatividad que le tiene a esta estrategia al no poder confrontarse directamente y con facilidad desde su propio punto de poder si se expresase abiertamente. Esto sería algo así: “como no logro expresarme, ataco”. 
Sin lugar a dudas, este individuo ha negado aspectos de sí mismo hasta el grado de no comprender los motivos que lo llevan a reaccionar así, sufriendo sus propias sombras. No lo comprende pues estos aspectos negativos los ha ocultado como estrategia de supervivencia para ser socialmente aceptado

Es importante entender que cuando quitamos valor a nuestra propia auto estima a fin de ser aceptados por nuestra familia y la sociedad, terminamos fragmentados

Estos aspectos negativos “ocultos” saldrán a la luz para causar problemas pues provocarán en nosotros reacciones indeseadas que deberemos enfrentar aunque duelan. 

Segundo: Formarse objetivos propios 

Formarse objetivos propios es entender, cabalmente, qué es lo que se busca personalmente con el trabajo de sombras pues cambiará nuestra personalidad al cambiar nosotros mismos. 

A veces resulta útil la ayuda de los demás pues ellos pueden ver nuestras sombras de manera más clara que nosotros mismos toda vez que, al ser nuestras sombras, están ocultas a nuestra simple vista. 
Sin embargo, debemos ser cuidadosos a la hora de fiarnos de personas que no estén preparadas para aconsejarnos pues, en su intento por marcar nuestras sombras a fin de que trabajemos en ellas, pueden suceder que añadan a este trabajo sus propias reacciones y también sus propias sombras.  

Debemos entender que todo lo que manifestamos en nuestra vida forma parte de una programación-interpretación personal, aunque alguna programación sea más fuerte que otra. 
Si vemos una silla o nos gusta el chocolate, es porque así lo hemos programado e interpretado. Todo lo que es como esencia también proviene de experiencias previas que también son programación. Del mismo modo nuestro género, nuestra sexualidad, nuestras ideas…, todo es programación, pues nuestra alma la vamos construyendo por nuestra cuenta y con nuestro arduo trabajo a través del tiempo y de las encarnaciones. 

Ahora bien: Si dentro de esa programación observamos que algo NO deseamos tener (como una mala reacción, por ejemplo), habremos dado el primer paso de reconocerla y saber que existe en nosotros. 
De esta manera cuando observamos un comportamiento que va en contra del concepto que tengamos de nosotros mismos, o bien que atente contra nuestro ego, sabremos que tendremos que trabajar buscando el origen de esa programación y sacándolo a la luz a fin de iluminar la sombra que proyecta. 


Es importante liberar nuestra mente hacia el YO unificado, viéndolo todo como una simple programación que podemos re-programar a voluntad. Y esto lo logramos cuando vemos la contraposición entre aquello que consideramos aceptable de acuerdo a nuestros conceptos, y lo otro que entra en conflicto con lo que en verdad deseamos ser, tales como ciertas características o atributos. 
En definitiva, debemos entender que somos nosotros quienes dictaremos lo que nos resulte aceptable o no. 

En el caso de la sociedad humana, el individuo siempre será el resultado de su interacción con ella, por lo que reprimirá y convertirá en sombra todos aquellos atributos que no desea y que entren en conflicto con su percepción personal (ego). 
Sin embargo, por más que los reprima, esas sombras seguirán estando porque son parte de los valores que hacen al individuo, el cual las rechaza porque se resiste a ellas. 
Dicha resistencia definirá aquello que le guste ser, siempre y cuando haya definido previamente aquello que NO le gusta ser,  pues de otro modo esas sombras seguirán estando y saldrán a la luz cuando menos se lo espere. 

Ejemplo: Cuando éramos bebés no teníamos detonantes –precursores de las sombras-, estábamos limpios y, por así decirlo, casi sin programación. Sin embargo a medida que fuimos creciendo, comenzamos a reprimir aquellos aspectos que nuestros padres desaprobaban pues necesitábamos de su amor para sobrevivir. De esta manera estas represiones se fueron convirtiendo en sombras de manera irremediable. 

Lo que sea que reprimas y escondas se manifestará más adelante como destino”. Karl Gustav Jung. 

Karl Gustav Jung

Reconocer una situación como sombre implica sentir algo como un problema que provoca en nosotros una reacción inexplicable. 
El reconocer este problema como tal, es darle luz a la sombra. A partir de ese momento será nuestra decisión continuar con el programa que dicta la sombra o bien elegir lo que dicte nuestra mente-consciencia. 

Sombra es aquello que no está en sintonía con nuestro propio concepto personal; algo a lo que nos resistimos

Una sombra clásica es la de una niña a la que le inculcaron que “las niñas bonitas están para ser vistas pero no escuchadas”. Con el paso de los años esta joven no logra expresarse en la escuela ni en la universidad, ni tampoco entender su temor a hablar en público. Ahí está la sombra. 
Una vez ella comprenda esta situación podrá trabajar para erradicar ese comportamiento causado por una sombra que le impide desarrollarse como ella quisiera. 
En algún momento, de pequeña, ese comportamiento le era útil y por eso lo aceptó y se auto programó a quedarse calladita a fin de evitar la crítica de los demás; sin embargo, de adulta, empezó a sentir ésto como un problema pues le impedía dar conferencias en su universidad a fin de obtener su título sin entender el por qué. 

El trabajo de sombras no es fácil pues, precisamente, no es fácil trabajar para erradicar algo que no sabemos que está ahí. Del mismo modo, tampoco es fácil entender y distinguir una programación indeseada de otra que no lo es pues, al final todo es programación. Y esa programación es la que nos define como personas, por lo que tampoco podemos eliminarla por completo toda vez que dejaríamos de ser nosotros mismos. 

El YO unificado, la fuente original, se fragmenta para tener la experiencia de ser y de experimentar más, y debido a que siempre busca la expansión sigue programándose para obtener más experiencia a partir de esa fragmentación, la cual (programación-fragmentación) no está mal en sí misma, aisladamente, pues define todo separándonos de los demás, definiéndonos como personas y dándonos una identidad propia. 

Pero también es importante distinguir entre lo programado somáticamente (del cuerpo) de lo que es más como una propiedad del alma pues el YO unificado tiene su propia identidad y es el resultado de la suma de todas las conciencias existentes. De hecho, nosotros mismos no sólo somos una identidad sino la suma de muchas. 

La sombra se convierte en un yugo cuando nos resistimos a un comportamiento programado, lo cual significa que lo hemos reprimido y luego olvidado. Pero el hecho de que lo hayamos olvidado no la hace desaparecer y, por ende, continúa guiando nuestro comportamiento en conjunción de otras sombras como causa-efecto, provocando una serie de reacciones y de procederes que se hacen evidentes al enfrentarnos ante una o varias situaciones en su vida. 
De esta manera, las sombras que no queremos, terminan guiando nuestra vida, de ahí que Jung dijera que más tarde se manifestarán como destino. 

Sin embargo -desde un nivel más alto- una sombra que da problemas puede estar allí por deseo del YO Superior de la persona encarnada con el fin de provocarle un camino de vida que le otorgue una serie de experiencias necesarias para su crecimiento espiritual. 
Se reconoce la auto-programación de alma deseada cuando no confiere ni provoca resistencia alguna. 
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Definir la resistencia 

Es todo aquello que sentimos que NO nos define; aquellas cualidades, características y atributos indeseados que NO queremos que se relacionen con nuestra identidad-ego. 
También podría incluirse aquello a lo que llamaríamos “bloqueos”, como el caso de la niña que, de joven, no lograba hablar en público. 

Para poder discernir si un determinado asunto o situación es resistencia o elección propia, basta con analizarla: Si nos agrada, no es sombra, pero si nos disgusta y nos resistimos a ella, entonces sí lo es. 

Ejemplo: Si no me gusta mi carácter ni la manera en la que reacciono ante determinadas situaciones, -ya sea porque “exploto” o grito-, entonces debería identificar esas reacciones como sombras. El sólo hecho de identificarlas y reconocerlas como tal, me posiciona en camino a la resolución pues lo que define a una sombra es, en primer lugar, ignorarla, y en segundo lugar, resistirse a ese comportamiento. 
De aquí la importancia de observar lo que no queremos de nosotros mismos, o bien aquello que nos causa un problema o un rechazo. 

La mayoría de las sombras se quedan como programación de la mente. 
Una persona plenamente iluminada -conceptual y espiritualmente- se define como aquella carente de sombras

Si bien las ideas programadas nos siguen después de la muerte, aprendemos de ellas toda vez que las experiencias previas de esta vida y de todas las demás encarnaciones son las que nos hacen y nos definen como persona individual. 
Todos somos producto de esas experiencias previas. 
Mientras no seamos el YO unificado, tendremos sombras. 
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Liberar las sombras 

El primer paso para liberarse de ellas es reconocerlas cada vez que se presente un problema en particular. 
Luego buscar en el pasado -con lógica y raciocinio- el origen de ese problema. 
Posteriormente decidir qué hacer al respecto. 
Por último, reprogramar la mente asociando la causa de la resistencia y sombra con algo positivo, para lo cual será necesaria la repetición constante de la asociación que deseamos cambiar. 

Esto último es así debido a que si nos enfocamos solamente en lo negativo, eso es siempre lo que obtendremos pues, contrariamente a lo que muchos autores mencionan sobre el trabajo de sombras, se contradice por la misma ley de atracción puesto que si buscamos sombras, obtendremos más de ellas. SIN EMBARGO el no reconocer ni exponer una sombra que nos trae problemas, solo la perpetua, por lo que no resulta conveniente estar siempre en estado de negación como si el problema no existiese. 


El ver y traer luz a la sombra, entendiendo su existencia y observando su naturaleza, NO significa ver lo negativo sino que, por el contrario, conlleva un deseo activo y dinámico enfocado al progreso personal. Y ése es el enfoque: el progreso personal, y no la existencia de la sombra. 
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Bloqueos del subconsciente

En primer lugar lo importante es identificarlos observando qué los dispara, comprender de dónde provienen y por qué se manifiestan primero, el comprender de donde y porqué han salido.
Luego, con intención y fuerza de voluntad, suprimir conscientemente el comportamiento no deseado con el uso de la repetición y la meditación imaginativa, donde una y otra vez visualizamos una reacción alterna y positiva ante lo que disparaba la reacción negativa. Esto propiciará un cambio en el comportamiento basado en la premisa: “Si esto pasa, entonces haré esto” por un nuevo programa mental con base que cambiará el desenlace con otra nueva premisa: “si esto pasa, pasará otra cosa”. 
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Insertar pasado cuántico

Todo ser puede cambiar su pasado con el sólo uso de su mente a través de meditación o conciencia, intención y voluntad propia. Sin embargo este pasado sólo cambiará para sí mismo pues todo es percepción. Es locura para unos y verdad para otros.

Primero se debe entender ese suceso pasado o evento negativo a cambiar y enfrentarse a él por más traumático que resulte utilizando el trabajo de sombras en extremo, con maneras que pocos se atreven a realizar.
A continuación ideamos otra escena, lo más simple posible pues el inconsciente es simple, y reemplazamos el evento con este otro neutral o positivo creíble. Al repetir este proceso lo volveremos nuestro.

No se trata aquí de olvidar el recuerdo traumático, pues nuestro pasado y nuestros recuerdos son la base para nuestras sombras inconscientes y si los reprimimos surgirán más adelante.
Dirás que eso es falso, una memoria falsa implantada, una negación; sin embargo, no es falso pues ese pasado ya no estará toda vez que sólo eres lo que eres hoy, junto a tus memorias.
Seguramente otras personas validarán la parte que ellos recuerdan y que tú deseas borrar, pero como ya has hecho el trabajo de sombras, aceptas el hecho de que otras personas recuerdan esa parte pero no te afecta, pues tú ya provienes de un futuro alterno diseñado por tí. 
Sabes que lo negativo también te sucedió, pero también sabes que no es solo eso lo que sucedió, sino que existe una cantidad infinita de variantes de ese mismo evento, peores y mejores que lo que recuerdan tus semejantes. Sólo que tú escoges ver y venir de un evento alterno positivo porque, de todas formas, y como todo ya es, solo estás atrayendo una memoria alterna de ese campo cuántico de tu vida.

Para tu tranquilidad, no se trata de una memoria falsa implantada por tí usando una imaginación vacía; no. Se trata de tomar una parte de tu otro yo, de tu otro tú de otra línea e insertarlo en la línea presente, lo cual significa pensar escalarmente pues lo que piensas ES. 
Eres escalar, multidimensional. La imaginación no crea nada, solo jala lo que está en otra línea.

Lo eres todo pero tú escoges qué percibirás, qué vivirás. Lo puedes aceptar o coger otras memorias, es solo otra herramienta. Tú decides qué te funciona mejor. 
Tú debes tener siempre el control, usar tus máscaras cuando resulten necesarias en público o en familia, porque no puedes mostrarte tal y como eres en esa sociedad.

Para la ciencia terrestre estos cambios de los humanos en percibir sus experiencias suelen ser tratados como neurosis, como falta de control sobre traumas, reacciones adversas a lo social. Sin embargo, las definiciones de las enfermedades mentales en la Tierra son erróneas pues sólo se trata de personas que tienen acceso a otras realidades aunque no lo comprendan pues los médicos se lo definen como irreal toda vez que consideran que una enfermedad es mental cuando va en contra de los intereses de una sociedad. Y eso sucede cuando una persona con síndrome de lo que sea, ya no percibe la realidad conforme a los acuerdos y parámetros de una mayoría por estar fuera de la matrix. 

Ejemplos:
1.- Puedes modificar tus recuerdos de niña con un padre alcohólico y tu percepción podría filtrar su comportamiento actual con el de la memoria implantada por tí, entonces verías a tu padre con nuevos ojos pues, en tu percepción él cambio. Sin embargo, el único que ha cambiado eres tú.
El pasado no existe y, cuando existió, también era percepción. Entonces, ¿por qué darle más valor a una situación negativa que a una memoria feliz que tú escojas? Todo es percepción, no hay realidad dura, objetiva. Aunque realmente no cambias a tu padre, sí cambias la percepción y memorias creadas por tus otros yo.

2.- Una mala decisión ha hecho que vivas en los barrios bajos de Sri Lanka. Recuerdas que te prometieron un trabajo que al final fue un timo y no pudiste regresar a casa. Pasaron 17 años y sigues reparando lanchas de pescadores para sobrevivir. Sin embargo, ahora decides cambiar ese pasado por uno más feliz: Tu nave se averió y quedaste atrapado en Sri Lanka esperando el rescate. Mientras tanto, mira como ese hombrecillo chiquito y café se ha convertido en tu mejor amigo y el perrito callejero enfermo que salvaste ahora te acompaña ahí. Tienes la playa, las palmeras y una enorme paz interior que te da el llevar una vida simple.

Los pensamientos negativos constantes son el inicio de una mentalidad de víctima culpando constantemente a todos los demás a tu alrededor y al universo por tus desgracias. Por eso resulta tan útil el ejercicio de trabajo interior: para liberar de esos pensamientos asociados al suceso negativo.
Este implante o injerto de memoria puede hacerse también con terapia de hipnosis.
Por eso no se trata de auto-engañarnos, sino de simplemente ir a nuestro campo cuántico, al otro lado donde estamos viviendo otra experiencia y atraerla hacia nosotros.
Si podemos imaginarlo es porque ya existe en otra línea de tiempo.
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Importante: Este material ha sido extraído de los vídeos originales que se citan al pie, compilado y modificado en su sintaxis por "taygeteanos", sin quitar la esencia del mensaje original. 
Véase la transcripción oficial, original y completa efectuada por Toni Ruiz de Sociedad Taygeta
Información provista por S'Warúu, de Erra

Vídeos originales: 
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