lunes, 3 de agosto de 2020

Navegación Estelar: Desplazamiento

Métodos de navegación 

Si bien cada raza posee sus propias naves con sus propios métodos de navegación y motores, este artículo se centrará en las naves de Taygeta toda vez que son las más avanzadas. 

Una nave taygeteana utiliza 3 formas de navegación, de las cuales 2 son consideradas como modos de propulsión, y la tercera como manifestación de frecuencias de la misma nave. 

Para vuelo sub-luminar  
1.- Manipulación gravitatoria. Motores de manipulación de gravedad. 
2.- Jet o cohete de plasma electromagnético de alta energía. Producida por motores a reacción por jet de plasma 
Esta clase de motores sólo son útiles para distancias cortas o para maniobras de precisión dentro y fuera de la atmósfera de un planeta. 
También se utilizan para recorrer distancias interplanetarias, más nunca para recorrer las grandes distancias interestelares. 

Para el vuelo supra-luminar (interestelar)  
3.- Inmersión total toroidal. Este tipo de motores cumplen una función de los motores de jet de plasma electro-magnético donde la nave misma entra en un toroide de frecuencias de alta energía controladas con precisión desde el ordenador, manipulación del éter. 
Es l forma de navegación más interesante pues es la que propicia el vuelo a velocidades mayores que la luz. 
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1.- Manipulación gravitatoria 

La gravedad es un flujo energético dentro de un medio de energía potencial llamado éter que obedece a una frecuencia específica. 

No es fácilmente medible desde un plano existencial de frecuencia baja, como el 3D de la Tierra, aunque puede percibirse sus efectos como algo que atrae los objetos, sean grandes o pequeños, comportándose como un flujo magnético de frecuencia específica a cada lugar, pues la dinámica de interacción energética entre objetos, planetas, soles y lunas, por ejemplo, es irrepetible. 

La gravedad va aunada directamente a la frecuencia de transformación de la energía potencial a un objeto sólido con masa, siendo que la cantidad de gravedad que recibe un objeto es directamente proporcional a su masa. 

Entonces, para manipular la gravedad o generar gravedad artificial, primeramente debe detectarse la frecuencia base del flujo gravitatorio de ese punto o región en específico, y a luego crear un flujo electromagnético de valores opuestos que lo neutralicen usando el principio de frecuencias destructivas. 

Ejemplo: 
Si el flujo gravitatorio de un lugar es de 7.83 Hz., se genera lo opuesto -7.83 Hz. A fin de equivaler a potencial de gravedad cero o gravedad cancelada
Si se genera -7.84 Hz, se tendrá un porcentaje de gravedad de 0.01 plus sobre la frecuencia base gravitatoria a cancelar, lo que equivaldrá que el objeto o la nave suban despacio. 
Por el contrario, si se genera -7.82 entonces, el objeto o la nave bajarán despacio. 
De esta simple manera sólo se requiere manipular las frecuencias que generan los motores para poder maniobrar la nave o cancelar la gravedad de un lugar. 

Este procedimiento se puede llevar a cabo con instrumentación precisa tal como son los interferómetros magnéticos en donde pasa una corriente eléctrica específica y estable a través de una serie de bovinas superconductoras que tienen junto a otra bovina superconductora aislada, a través de un medio no conductor de unos 30 manu metros. 

El salto cuántico de cada electrón entre ambas bovinas superconductoras se verá afectado directamente por la presencia de campos magnéticos de alta energía equivalentes a la gravedad. Las diferencias de flujo de electrones entre ambos polos del interferómetro, determina por ordenador la frecuencia gravitatoria a la cual el sensor está expuesto debido a la presencia e influencia de la gravedad sobre sus electrones. El ordenador hará los cálculos necesarios y con ellos un algoritmo de control sobre los motores que, a su vez, cambiarán o ajustarán su frecuencia de salida de acuerdo a las instrucciones y a la necesidad de cada momento. 

Generadores gravitatorios 
Básicamente son iguales a los generadores base para el rayo tractor, aunque más grandes. Se ubican en lugares clave de una nave, a lo largo el casco, funcionando todos entrelazados porque cooperan entre sí para dar un efecto total que envuelve a toda la nave. Sin embargo, a diferencia del toroide de inmersión total de vuelo supra-luminar, estos pequeños generadores gravitatorios pueden alterar los valores del flujo magnético gravitatorio de un lugar o zonas específicas de una nave. 

Un generador gravitatorio puede cancelar el efecto de la gravedad o manipularla jugando con sus frecuencias de salida. De esta manera, si todos los generadores están equilibrados, la nave permanecerá estática en vuelo. En cambio, si alteramos el valor de los generadores frontales de forma que la gravedad terrestre afecte al morro de la nave y no a la cola, lograremos que ésta se incline hacia adelante, y alterando los valores de un ala, la nave se inclinará hacia ella. 

Los generadores gravitatorios hacen las veces de superficies de control tal como los alerones y los flaps lo hacen en una aeronave o en un avión tradicional, pudiendo alterar en conjunto sus valores de tal manera que una nave se mueva en la dirección deseada. De esta manera, creando una gradiente gravitatoria por delante de ésta, la nave caerá en la dirección deseada. 

Como los generadores anti-gravitatorios se encuentran por todo el casco de la nave grande, se reducen en número en naves más pequeñas, ilustrando con esto la necesidad de usar naves triángulo llamadas TR-3 donde los generadores anti-gravitatorios se encuentran uno en cada esquina, como la distribución más básica. 
Si bien este sistema de propulsión es silencioso y permite velocidades altas, por sí solo no es suficiente como para llevar una nave a velocidades cercanas a la de la luz y mucho menos superarla. 

Nave inserta en toroide. Flujo gravitatorio

Un generador gravitatorio es básicamente igual que el utilizado para el rayo tractor. 
En su configuración más común, consta de varias capas de esferas giratorias, una dentro de otra, fabricadas de un compuesto o material no conductor pero súper resistente a las altas temperaturas, y completamente llenas de un líquido metálico a gran presión en aleación especial cuyo equivalente terrestre más cercano es el mercurio enriquecido o mercurio rojo usado como tal en algunos modelos de naves. 
Las esferas giran en sentido contrario unas de otras entre 10.000 a 100.000RPM ocasionando que estas diferencias de velocidad entre cada esfera y su relación con las demás produzcan un cambio interno de frecuencia gravitatoria de salida, recordando que la gravedad no es otra cosa que magnetismo a muy alta frecuencia. 

Resumiendo
Los sensores, mayormente del tipo interferómetro, localizan las frecuencias precisas magneto-gravitatorias del lugar donde esté volando una nave. Esa información se pasa al ordenador de a bordo quien le da instrucciones a los generadores individuales en el casco de la nave, ya sea activando todos o solo algunos según la maniobra a realizarse. 

Los generadores modificarán la frecuencia exacta de salida de su magnetismo de alta energía y de alta frecuencia (gravedad) modificando la velocidad o diferencial de velocidad entre las esferas llenas de líquido superconductor no conocido en la Tierra ya que es especial y de alta tecnología, aunque su equivalente más próximo es el mercurio enriquecido o mercurio rojo, aún usado en algunas naves no terrestres. 
Este diferencial de velocidad es modificado usando los parámetros e instrucciones del ordenador. 

Las esferas de los generadores de gravedad son de material compuesto no metálico muy resistente a las fuerzas dinámicas y a las altas temperaturas. Electromagnéticamente hablando, sus propiedades se han removido quedando solo como contenedores del líquido como si fueran esferas de líquido superconductor girando a velocidades distintas y contra rotatorias. 

El medio de propulsión de giro para las esferas de los generadores es eléctrico, puesto que las esferas actúan como armazón de “motor eléctrico” por lo que resulta innecesaria la instalación de motores externos adicionales que impulsen el mecanismo, ya que la velocidad de giro típico oscila entre las 10.000 y las 200.000 RPM. 
Estos motores por sí solos pueden impulsar una nave a una velocidad cercana a los 50.000 Km por segundo, una 6ª parte de la velocidad luz. Este sistema se considera como propulsión gravitatoria

La fuerza o amperaje de los motores es directamente proporcional a la masa total de la nave, siendo éste un factor básico para el tamaño, distribución y consumo energético de los canceladores de gravedad de cada nave. 

El número mínimo de canceladores de gravedad en una nave es de 3, pues menos de eso resulta difícil controlarla y puede acarrear resultados caóticos, como sucedió con el Die Glocke Nazi que solo tenía uno que no controlaba sus frecuencias de salida. 
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2.- Jet o Cohete de plasma 

Las bases del motor cohete se ven complicadas, pero en sí son de naturaleza muy sencilla y fácil de comprender, como se verá en la siguiente imagen. 


Funciona básicamente combinando en cantidades iguales un propelente o combustible, usualmente hidrógeno, (tuberías en fucsia) con un oxidante fomentador de combustión, oxígeno líquido (tuberías en celeste). Las partes del gas caliente, (tuberías en amarillo) corresponden al sistema refrigerante para la tubería de salida, de lo contrario esta se derretiría. 
El combustible y el oxidante se combinan produciendo una explosión continua en donde los gases en expansión sólo pueden salir en una dirección produciendo empuje hacia adelante bajo el principio de acción-reacción, lo cual continúa en uso hoy en día y es la base de todos los cohetes, desde los alemanes de la Segunda Guerra Mundial, los Titán, los Saturno, hasta los más modernos. 

Motores terrestres 
A.- de plasma electromagnético 
En la Tierra poseen en etapa de desarrollo lo que llaman Motor Cohete de Plasma, el cual poco o nada tiene que ver con el de una nave de Taygeta o de otras razas estelares. 
La diferencia más notoria y total entre un motor de plasma terrestre y uno de Taygeta, es que el terrestre aún necesita un propelente o combustible. 
El gas caliente de la combustión entre el oxidante (oxígeno líquido) y el propelente combustible (hidrógeno), pasa por una serie de electroimanes muy poderosos que ordenan las moléculas de los gases en expansión creando una combustión más completa y una eficiencia mayor en el orden de salida de los gases de la combustión, produciendo con ello más empuje con un menor gasto de combustible. 

B.- de impulso iónico 
Actualmente se están desarrollando en la Tierra aunque resultan en una pérdida de tiempo pues la potencia de salida siempre estará limitada. 
La salida, focalizada unidireccional de electrones por su diferencial de carga con la parte posterior del motor, crea un efecto de acción-reacción. 

Los mejores motores de impulso iónico en la Tierra, -ahora en etapa de desarrollo en el JPL-, son unos aparatos grandes, muy costosos, que más o menos han logrado generar suficiente potencia para desplazar una hoja de papel. (No es broma, un hámster en una rueda giratoria, genera unas 100 veces más potencia que esa cosa). 

Motores taygeteanos 
de plasma electromagnético 

Motor Jet normal. No respira aire ni utiliza ningún tipo de combustible

El ventilador pasa aire a través y por encima del motor ayudándolo con el empuje, enfriándolo y también ordenando los gases de salida del motor mismo. 
La energía eléctrica generada por los reactores de energía punto cero de la nave pasa por una serie de bovinas eléctricas, por falta de mejor nombre, que amplifican enormemente su voltaje y su amperaje. 
Motor Turbo Jet
De ahí pasan a la parte trasera de los motores de impulso magnético donde la energía eléctrica en potencia de varios TEV (trillones de voltios electrón) es inyectada a una serie de varias turbinas puestas en serie una detrás de la otra, siempre en pares, las cuales giran en sentido contrario a su compañera, es decir, turbinas contra-rotatorias. 
Estas turbinas están compuestas de material no magnético con un grado de resistencia y tolerancia a las fuerzas centrifugas y a las altas temperaturas. En su interior contienen un material líquido a alta presión que es un súper conductor comparable al mercurio enriquecido pero de mayor eficiencia y estabilidad química y molecular. 

La energía eléctrica a grandes voltajes y amperaje entran en dichas turbinas contra-rotatorias por un centro distribuidor, por falta de mejor nombre, produciendo un efecto electromagnético de tanta energía eléctrica que creará un vórtice energético en el núcleo de la turbina o centro geométrico. 
Este vórtice electromagnético concentra en su núcleo una cantidad enorme de magnetismo y partículas-electrones cargados, siendo la única salida del motor hacia atrás, hacia la salida o tobera de escape, creando con esto un empuje acción-reacción con un índice de potencia útil gigantesco. 

Si bien suena bastante sencillo, para que el plasma electromagnético entre en ese estado se necesita controlar por ordenador las frecuencias magnéticas precisas y exactas de cada turbina contra-rotatoria, las cuales también son armónicas de una frecuencia específica para concentrar toda la energía electromagnética en un solo punto del motor. Sin este control de frecuencias específicas, el plasma resultante sería caótico y aunque produciría mucho empuje, no podría controlarse su frecuencia o armónica total de salida del motor que más tarde se necesitará para el vuelo supra-luminar, limitando dicho motor a empuje-propulsión de velocidad limitada. 

Aceleración y masa 
Una nave con propulsión por Jet de plasma puede alcanzar los 100.000 Km/seg. o un equivalente a 1/3 de la velocidad luz. 
Las leyes de masa y aceleración sostenidas en la Tierra teorizan que un objeto al levantar grandes velocidades, aumenta su masa creando la necesidad de aumentar exponencialmente la energía necesaria para seguir acelerando. 
Si esto es así, cuando un objeto llegue a la velocidad de la luz, tendría una masa equivalente a una singularidad o virtualmente infinita y, por lo tanto, los motores tendrían que producir un empuje infinito también. 
Al aumentar la masa de una nave que funciona con reactores nucleares, la masa del reactor y del elemento que proporciona la energía -sea uranio enriquecido o fusión nuclear materia-antimateria-, también ocasiona que la subida de masa afecte la capacidad misma del elemento propulsor a dar la energía equivalente necesaria para seguir con la aceleración. 

Si bien la subida de masa del elemento propulsor dentro del reactor no afecta ni se aplica a reactores de energía punto cero por despolarización de toroides-merkabas de cuarzo como los que utilizan las naves de Taygeta, este problema de acumulación de masas y por lo tanto de arrastre, no nos afecta pues la cantidad de energía que produce un reactor punto cero no se ve afectado por el aumento de masa que ha ocasionado la velocidad acumulada. 

Un reactor nuclear ionizante por desintegración de metales pesados base uranio, otorga más energía a medida que aumente su masa al aumentar su velocidad. A mayor masa en el núcleo del reactor ionizante, mayor radiación, y a mayor radiación, mayor energía. 
Sin embargo, un reactor punto cero no produce mayor energía al aumentar su velocidad sino que se mantiene estable ya que su energía no proviene de ningún elemento con masa que otorgue energía al desintegrarse atómicamente. 

El reactor ionizante terrestre (usado en los barcos) utiliza la desintegración atómica de elementos en el núcleo que son radioactivos tal como el uranio enriquecido. 
Un reactor punto cero no depende de ningún objeto en el núcleo que otorgue energía para dar energía, ya que depende de otros principios más complejos pero a su vez más estables. 

Un reactor nuclear aumenta su potencia al avanzar de velocidad en la misma medida que acumula masa. 
Un reactor punto cero, NO aumenta su potencia al aumentar la nave de masa y al aumentar su velocidad. Por lo tanto una nave que depende de un reactor punto cero, es afectada por la acumulación de masa de la misma nave causando cada vez más y más arrastre a medida que acelera lo cual limita su poder de velocidad y de aceleración en modo de Jet de propulsión. 

Por este motivo la solución implementada en Taygeta es que a medida que una nave aumenta de velocidad y, por lo tanto, de masa-arrastre, el mismo toroide de inmersión va reduciendo la masa de la nave volviéndola más ligera a través de algoritmos que controla el ordenador. 
Gracias a esta estrategia o maniobra, una nave puede continuar acelerando al menos a una tercera parte de la velocidad de la luz o 100.000 Kms/seg. 
Estas velocidades son útiles para el vuelo interplanetario, pero resultan muy lentas para vuelos interestelares toda vez que a esa velocidad se tardaría 146,6666 años en viajar 440 años luz de Taygeta a la Tierra. De ahí que se brinque al éter. 
Vale esta aclaración por si a algún científico terrestre se le ocurre alegar que 100.000 Kms/seg es demasiada velocidad de alcance con un motor de propulsión-reacción, y tendrá razón. Solo que al cambiar la nave de densidad, se alivia ese problema. 

Sistema de enfriamiento 
La nave Suzy tiene un tamaño de 93m, por lo que utiliza esta clase de motores, además de los gravitatorios. 
Posee 2 motores magnéticos a turbina contra-rotatoria de potencia de salida 5 TEV combinados 2.5 TEV x 2 y alimentados por 2 reactores punto cero. 

Estos motores son bastante elaborados y necesitan sistemas de criogenización tanto para los enormes cables de transmisión de energía interna como para el sistema de enfriamiento de los mismos motores, especialmente para las toberas de escape que están huecas y llenas de tuberías internas en forma de radiador por donde pasa un líquido especial (comparable por referencia a nitrógeno líquido) que mantiene a temperatura estable todo el sistema, ya que la temperatura de salida de los motores, justo afuera de las toberas de escape, puede llegar a los 3000ºC o 3 quintas partes de la temperatura oficial del sol según la ciencia terrestre. 
Estos motores son los que producen ese ruido distintivo de rugido que se escucha desde la Tierra, pues es el sonido del plasma saliendo a presión hacia atrás. 

Debido a que la nave al estar cargada dentro de su toroide de escudos no toca el aire atmosférico que sólo se resbala por el casco, no presenta fricción atmosférica ni calentamiento del casco. 
Sin embargo al estar la atmósfera en proximidad con esta clase de cargas magnéticas de gran potencia usualmente se puede producir (no siempre) una ionización del casco produciendo un color o brillo distintivo de los ovnis. 

Resumiendo
La energía eléctrica que se genera en el reactor pasa a las bobinas de alta tecnología que aumentan enormemente su potencia para luego ser inyectada en una serie de turbinas contra-rotatorias que distribuyen o convierten esa energía a plasma electromagnético de frecuencias controladas por ordenador que producen un enorme empuje sin la necesidad de usar ningún tipo de combustible o propelente adicional. 
Motor de plasma electromagnético de Taygeta
Este tipo de motores son muy usados en casi todas las naves, excepto en las muy pequeñas, puesto que ahí es más práctico usar motores gravitatorios. 
Estos motores son los que producen una llama de cohete de color azul eléctrico-blanco muy distintivo. 
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3.- Inmersión toroidal total 

Los métodos de vuelo de naves por cancelación de gravedad o motores gravitatorios, y los motores a turbina de plasma, cohete o jet de plasma electromagnético, acción-reacción sirven como medios de propulsión para desplazar la nave distancias relativamente pequeñas. Sin embargo no resultan útiles para atravesar distancias gigantescas interestelares. 

Los motores del Jet de plasma electromagnético expelen el plasma caliente hacia atrás, moviendo la nave hacia adelante de la misma manera que sería expeler gas por combustión de hidrogeno o de aluminio solido, entre otros combustibles, tal como se utilizan en los cohetes de la Tierra. Sin embargo, este plasma electromagnético tiene una frecuencia específica contraria al gas de combustión común y corriente, la cual se controla variando la velocidad de las turbinas y su interacción entre sí entre sus capas aisladas dentro de cada motor (diferencial de velocidad entre las turbinas). 

Si bien una típica turbina de nave espacial consta de una serie de tambores cilíndricos dobles, es decir, cada tambor consta de uno exterior y otro interior que rota en el sentido contrario al tambor externo, cada uno de ellos está fabricado de material compuesto no conductor resistente a temperaturas de más de 4.000ºC que contiene un líquido magnético especial que es superconductor a elevadas temperaturas, a diferencia de los materiales superconductores normales que trabajan a bajas temperaturas. En la Tierra el material más parecido sería el mercurio enriquecido o mercurio rojo. 

Este se centrifuga a velocidades de entre 10.000 y 100.000 RPM dentro de las turbinas contra-rotatorias produciendo un vórtice de plasma que estalla en el núcleo geométrico de la turbina. El plasma sale a una frecuencia específica controlada por las variaciones entre las velocidades de cada capa de las turbinas y la relación entre las internas y las externas contra-rotatorias. Estas variaciones son controladas por el ordenador que controla los motores. 
Núcleo o motor de un toroide
Dinámica de flujo energético dentro de un toroide

El núcleo del toroide es el motor de una nave y el que genera energía magnética. 
Los motores de impulso magnético de turbinas contra-rotatorias producen la energía al salir por detrás conectando con la parte frontal de una nave por fuera y alrededor de ella envolviéndola en un toroide donde la energía vuelve a entrar a los motores a través de cables superconductores de calibre muy grueso y mayormente utilizando el mismo casco de la nave que conecta el flujo de la nariz hacia el núcleo del toroide que, a su vez, es el núcleo de los motores que lo producen. 

La nave de caza Suzy posee 8 cables superconductores frontales alrededor del casco, de 1m de espesor aproximadamente. 
Cuando un motor de estos está en modo cohete, expele plasma y la nave se mueve hacia adelante como un avión a reacción. 

Vuelo supraluminar 
El plasma electromagnético expele hacia atrás y hacia arriba. Cuando la nave está en vuelo jet solo expele el plasma y la nave se mueve hacia adelante; sin embargo, si activamos la conexión entre la nariz de la nave con la parte de atrás, cerramos un circuito electromagnético. 

Como el plasma electromagnético de los motores está siendo expelido hacia atrás a una frecuencia controlada y acorde a la de la entrada de la nariz de la nave, todo con matemática toroidal básica, se cierra el toroide generándose un toroide de alta energía producido por los motores. 
Esta información se tiene en la Tierra, pues se trata de formulas básicas de electromagnetismo toroidal de alta energía. 

Ecuaciones básicas para un toroide energético

En virtud de la ley energética básica de las frecuencias dominantes, en donde cualquier frecuencia más fuerte que otra convertirá a las más débiles en sí misma, asimilándolas, el toroide energético de una nave encerrará a la nave misma que la emite y a todo lo que se encuentre dentro de ella en una burbuja donde su frecuencia vibración existencial, llámese densidad 3D o 5D…, será la equivalente exacta a la emitida por el motor. 
Por ende, al modificar la frecuencia de salida de los motores, se modificará la frecuencia existencial que tenga la nave y todo lo que esté dentro ella, pudiéndose determinar a voluntad la densidad que quieras tener a exactitud decimal. 

Como todo en este universo son frecuencias, lo único que se necesita es contar con una frecuencia equivalente al destino para estar en él. 
Si tu destino es 7.83724 Hz., y con tu nave igualas 7.83724 Hz, entonces estarás en tu destino, porque 7.83724Hz., es igual o equivale a 7.83724 Hz. 

Para explicarlo otra vez: 
Para que una nave salte al híper-espacio, se activa el flujo de energía de plasma que expelen los motores desde la nariz de la nave hacia los motores traseros cerrando el circuito electromagnético y con activando el toroide que envuelve la nave. 

La frecuencia magnética exacta del toroide se manipula alterando la relación de velocidad y entre sí de las distintas e individuales turbinas contra-rotatorias dentro de los motores de la nave que están produciendo la energía de plasma y la magnética. 
La frecuencia de salida del toroide -por el principio de frecuencias dominantes-, cambiarán la frecuencia de la nave misma que la produce y del interior de la nave con todo lo que posea dentro. 

Tal como se explicó en artículos anteriores, con un mapa de frecuencias estelares se puede navegar una nave o saltar de destino en destino. 
El ordenador dicta a los motores qué frecuencia exacta generar y con ello envuelve toda la nave en esa misma frecuencia que equivale a la del destino. 
Al igualar la frecuencia con la de destino, la nave deja de existir en su lugar de origen y salta al éter -dentro de su toroide- y al estar en equivalencia frecuencial con su destino desciende del éter a éste completando su viaje o salto. 

De esta manera la nave NO viaja a su destino sino que lo manifiesta, porque esta forma de viajar no es propulsión toda vez que la nave no se mueve sino que cambia su frecuencia a la de su destino. 
Esto equivale a moverse a factores muy superiores a la de la luz, y el viaje en sí es instantáneo sin importar la distancia entre el origen y el destino. 
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Importante: Este material ha sido extraído de los vídeos originales que se citan al pie, compilado y modificado en su sintaxis por "taygeteanos", sin quitar la esencia del mensaje original. 
Véase la transcripción oficial, original y completa efectuada por Toni Ruiz de Sociedad Taygeta
Información provista por S'Warúu, de Erra

Vídeos originales de la saga completa de navegación estelar: 
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